Cuando se trata de vitaminas y minerales, no es necesario tomar varias pastillas.
Publicado por: AARP
No es exactamente inusual que alguien tome uno o dos (o cinco) suplementos dietéticos cada día. Alrededor del 70% de los adultos de 60 años o más informaron haber tomado por lo menos un suplemento en el último mes, ya sea un multivitamínico o uno masticable de calcio con sabor a chocolate, según un estudio del 2017 publicado en The Journal of Nutrition (en inglés). Alrededor del 30% tomaron por lo menos cuatro.
El calcio
A medida que envejecemos, el organismo normalmente ya no absorbe las vitaminas y los minerales como antes. El caso emblemático en este sentido es el calcio, cuya deficiencia puede derivar en fracturas y, con el tiempo, en caídas. Si no obtienes suficiente calcio de los productos lácteos, las verduras de hoja verde y otros alimentos ricos en calcio —y, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), tal es con frecuencia el caso de las mujeres mayores de 50 años y de los hombres mayores de 70—, el cuerpo extraerá este mineral de los huesos, lo que los dejará más débiles. Y esta situación puede agravarse si no haces ejercicios de resistencia de peso con regularidad.
Las mujeres posmenopáusicas son aún más propensas a tener los huesos débiles. Según la National Osteoporosis Foundation, 1 de cada 2 mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura ósea a causa de la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos; para los hombres, esta proporción es de hasta 1 de cada 4. Las probabilidades de que una mujer se fracture la cadera equivalen aproximadamente al riesgo combinado de que desarrolle cáncer de mama, de útero o de ovarios. Sin embargo, una fractura de cadera tiene más probabilidades de resultar mortal para un hombre. Es decir, no solo las mujeres deben cuidar su consumo de calcio.
Por eso es que se recomienda obtener calcio, en la medida de lo posible, de los alimentos saludables —productos lácteos, brócoli, col rizada, salmón, sardinas y diversos cereales fortificados con calcio— y tomar un suplemento de calcio únicamente si el médico te indica que no estás obteniendo una cantidad suficiente de este mineral.
Vitamina D
El calcio es más eficaz cuando se toma junto con vitamina D, la cual contribuye a su absorción desde el intestino. La vitamina D, al igual que el calcio, es esencial para la salud de los huesos. Además, fortalece los sistemas inmunitario y nervioso, e incluso podría aportar beneficios para el corazón.
La deficiencia de vitamina D se deriva en muchos casos de dos fenómenos que son cada vez más frecuentes en la población estadounidense: la obesidad y la falta de exposición al sol. Desde luego, hay que tener cuidado al exponerse al sol, ya que la exposición excesiva puede causar cáncer de piel.
Incluso si estás recibiendo suficiente luz solar, es posible que tengas deficiencia de vitamina D, porque el proceso de envejecimiento interfiere con la capacidad de la piel de producir esta vitamina. Los tonos de piel más oscuros también interfieren en el proceso. Además, las personas con enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca tienen más probabilidades de padecer una deficiencia de vitamina D.
Vitamina B12
Como se mencionó anteriormente, la capacidad del cuerpo de absorber calcio se ve menoscabada por la edad. ¿Y la vitamina D?
En lo que hace a la vitamina B12, los adultos mayores también están en situación de desventaja. Ello se debe a que el envejecimiento afecta la capacidad del organismo de absorber este nutriente esencial, el cual cumple una función importante en la regulación de la salud sanguínea, nerviosa y genética, según los NIH.
Los adultos mayores vegetarianos o veganos, los que toman el fármaco antidiabético metformina y los que toman inhibidores de ácidos gástricos para tratar ciertos problemas digestivos son aún más propensos a la deficiencia de vitamina B12. Y, al igual que con la vitamina D, las personas con enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca tienen más probabilidades de padecer una deficiencia de vitamina B12.
Si tienes este tipo de deficiencia —que se calcula afecta entre un 3 y un 43% de los adultos mayores—, tendrás más probabilidades de padecer anemia. Por otra parte, una deficiencia de vitamina B12 puede derivar en neuropatías o daños al sistema nervioso (con una posible sensación de hormigueo o entumecimiento en las manos o en los pies), problemas de equilibrio, depresión, confusión, problemas de memoria e incluso síntomas de demencia.