Publicado por: Medicare Rights Center
Un nuevo análisis del Public Policy Institute de AARP ha encontrado que las compañías farmacéuticas han aumentado los precios de muchos medicamentos de marca de la Parte D durante el 2022, lo que contribuye a los desafíos de accesibilidad para las personas con Medicare.
Según el informe, 75 de los 100 medicamentos de marca con el gasto más alto de la Parte D de Medicare en 2020 vieron aumentar sus precios de lista en enero de 2022; ninguno experimentó una disminución. El aumento promedio fue del 5%, con algunos precios de medicamentos (12 de 75) creciendo casi un 8%. En 2020, estos 75 medicamentos fueron utilizados por más de 19 millones de afiliados a la Parte D y representaron casi la mitad de todo el gasto en medicamentos recetados de la Parte D de Medicare ($93,200 millones de $198,700 millones).
Estos aumentos de precios tendrán un impacto acumulativo, ya que se están sumando a los de años anteriores. Por ejemplo, el costo típico de un medicamento de marca en 2020 fue de $6,600 a $3,700 más de lo que hubiera sido si los precios de los medicamentos no hubieran crecido más rápido que la inflación cada año desde 2006. Para los beneficiarios de Medicare, que toman un promedio de cuatro a cinco medicamentos recetados por mes y tiene un ingreso anual promedio de poco menos de $30,000, esto puede ser una carga significativa.
Los aumentos en los precios de los medicamentos recetados también afectan la financiación de Medicare. La Comisión Asesora de Pagos de Medicare (MedPAC, por sus siglas en inglés) ha citado constantemente los altos precios como una razón clave para el crecimiento del gasto de la Parte D de Medicare. Solo entre 2013 y 2018, el gasto de la Parte D en medicamentos recetados aumentó en un 26 %. Los comisionados atribuyeron “casi todo el crecimiento. . . a precios más altos en lugar de un aumento en el número de recetas surtidas por los beneficiarios”.
Y las consecuencias no se detienen ahí. Como señala AARP, “Los precios altos y crecientes de los medicamentos recetados finalmente afectarán a todos los estadounidenses de alguna manera . . . aquellos con seguro de salud privado pagarán primas y costos compartidos más altos. El aumento del gasto público impulsado por el aumento de los precios de los medicamentos dará lugar a impuestos más altos y/o menos gasto para otras prioridades. Igualmente importante, los altos precios de los medicamentos y los costos relacionados harán que más estadounidenses mayores dejen de tomar los medicamentos necesarios”.
Se necesita una acción inmediata para reformar el sistema de precios de medicamentos de la nación de manera que fortalezca Medicare y mejore el bienestar de los beneficiarios. En ausencia de tales intervenciones, los precios y la falta de accesibilidad seguirán aumentando, al igual que los riesgos para el programa. Un número cada vez mayor de estadounidenses podría verse excluido de los medicamentos y la cobertura necesarios, lo que conduciría a peores resultados de salud y mayores costos en el futuro. Al mismo tiempo, los legisladores podrían tratar de controlar los gastos del gobierno a través de cambios en Medicare que amenazan la salud y la seguridad financiera de los beneficiarios.
Medicare Rights apoya los esfuerzos integrales para reducir los precios de los medicamentos recetados, incluso como se describe en el proyecto de ley de reconciliación presupuestaria aprobado por la Cámara. Aunque sus cambios son menos completos que los previstos originalmente en H.R. 3, conserva los elementos centrales de ese proyecto de ley al limitar los costos de medicamentos de bolsillo (OOP, por sus siglas en inglés) del beneficiario; realinear las obligaciones financieras de la Parte D; penalizar a los fabricantes de medicamentos por aumentos de precios que superan la inflación; y permitir que Medicare negocie los precios de los medicamentos. Juntas, estas pólizas lograrían ganancias históricas de cobertura y asequibilidad, asegurando mejor que todas las personas con Medicare tengan un acceso significativo a la atención.
Traducido por: Fabiola Estrada